viernes, 25 de diciembre de 2009

La aventura de ser docente Abr09

Es increíble como esta lectura menciona tantas verdades, me sentí muy identificado, especialmente porque habla de los maestros novatos (siendo yo uno de ellos). Menciona detalles importantes como que maestro se es por vocación, pero un buen maestro se forma mediante la práctica y la experiencia, que lo enriquecedor de ser maestro es que trabajamos con individuos pensantes y con sentimientos.
Creo que todos tenemos un papel que representamos frente al grupo, un “yo” diferente que no le permitimos errores o distracciones que puedan afectar nuestro desempeño frente al alumno. Así tratamos de lograr una buena clase (aquella que se recuerda con gusto, aquella en la que aprendemos sin darnos cuenta, aquella en la que nosotros mismos como profesores aprendemos algo nuevo). En este tipo de clase, el alumno tiene que participar y para que participe tiene que estar interesado y para que el alumno se interese en el tema a estudiar tenemos que lograr que necesite esta información, es decir, que le encuentre un sentido útil en su vida ACTUAL diaria.
Hay que recordar que no lo sabemos todo, y tampoco tenemos ni conocemos todas las herramientas necesarias para una buena clase. Constantemente las generaciones cambian, los métodos y la comunicación también; en una clase nunca para la comunicación, ya sea verbal o no. El maestro y los alumnos están en constante comunicación. Se necesita de una simple mirada o un gesto para motivar, felicitar ó asustar a un alumno, por lo que tenemos que actualizarnos y no me refiero a más estudios, sino simplemente en poner atención a nuestros alumnos, ellos pueden actualizarnos en muchos temas, uno de ellos la disciplina, la disciplina tiene que ser un acuerdo mutuo guiado por el docente. Tenemos que ser flexibles y recordar que no estamos en el ejército, sino en un salón de clases con jóvenes que aun están formando sus identidades propias.
No olvidemos que todo nuestro trabajo esta enfocado a nuestros alumnos. Todo lo que hacemos es para ellos. Un buen maestro se reconoce no por la cantidad de conocimientos que posee, sino por la cantidad de alumnos que han heredado esos conocimientos.Tal vez sea un trabajo ingrato a los ojos de los demás. Pero para nosotros es la manera de vivir por siempre a través de la memoria de nuestros alumnos. Hay que educar para la vida y en el trayecto transmitir nuestros conocimientos.

Mi confrontación con la docencia Abr09

Soy egresado de Escuela Normal Superior de Baja California Sur, terminé mi carrera en el 2005. Recuerdo que desde que estaba en secundaria quería ser maestro, vengo de un familia enfocada al magisterio (mi papá y mis dos hermanos son maestros, de hecho los tres trabajan en la misma secundaria en Santa Rosalía) tal vez eso influyó inconscientemente en mi al momento de elegir mi carrera a seguir. Cuando empecé la preparatoria ya sabía que el finalizar me inscribiría en la ENS y así fue, terminé la prepa y tomé el año de nivelación pedagógica (antes obligatorio para entrar a la ENS) después inicié mi carrera.
Honestamente yo quería ser maestro de Matemáticas, pero no se ofertó cuando iba a entrar, así que elegí Inglés. Lo cual afortunadamente me ha ayudado mucho porque actualmente hay mucha demanda por esta asignatura.
Inicié mi carrera como maestro dentro de la misma licenciatura, con las prácticas docentes (las cuales eran muy satisfactorias), pero formalmente mi carrera docente inició hace 4 años en la preparatoria Juan Pablo II, después me llamó el CBTIS62 (desgraciadamente tuve que elegir entre estas dos opciones, así que dejé la prepa JPII) y hace 2 años me uní a UABCS. Recuerdo desde el primer día de clases sentirme totalmente en mi elemento, afortunadamente puedo decir que en verdad me gusta mi trabajo. Trabajar con muchachos tan diferentes unos de otros me ha dejado un sinfín de experiencias, aunque tenga mi planeación bien estructurada, nunca se sabe con que se pueda enfrentar uno ya dentro del salón, eso es lo bonito de trabajar con jóvenes, son totalmente impredecibles, puede ser que no quieran tomar la clase porque tienen un examen difícil después ó por que sencillamente están cansados. Pero, siempre hay formas de persuadirlos y se pueden lograr acuerdos con ellos para disfrutar su compañía, ser amigos (y ayudarlos) y al mismo tiempo no perder la clase planeada.No quiero sonar infantil ó ingenuo, pero realmente no tengo razones para sentirme insatisfecho con mi trabajo, por más fuertes o duras que sean las experiencias en el aula o fuera de ella, todas me han dejado un aprendizaje que me ha hecho crecer como maestro.

Los saberes de mis estudiantes Oct09

Los saberes de mis estudiantes.

La gran mayoría de nuestros estudiantes realmente no saben utilizar Internet, es decir, no saben sacarle el máximo provecho que podrían, usan Internet, es cierto, pero no “saben” usarlo, principalmente saben buscar archivos de audio y video, y saben accesar y hacer uso de sitios de redes sociales (facebook, Messenger, metroglog, etc), pero estos sitios son para ellos como una plaza más, como una tiendita más, en el cual pueden sentarse a platicar de temas de interés para ellos: quien anda con quien, quien le gusta a quien, donde es la próxima fiesta, el nuevo chisme, etc. Este es el principal uso que le dan nuestros estudiantes al Internet. Entonces ¿Qué podemos hacer para aprovechar esto? Tal vez usar estos mismos sitios para conocer más a nuestros alumnos, conectarnos más con ellos, tal vez, por medio de la computadora sientan más confianza para expresarnos las dudas que puedan tener, ó por otra parte, podríamos formar pequeños equipos de alumnos que nos ayuden en ciertos horarios a auxiliar al resto de los compañeros, de igual forma, tal vez mediante el Messenger sea más fácil para ellos expresar y resolver sus dudas. Por lo tanto, nuestro papel de maestro puede variar, ante circunstancias propicias, nuestros alumnos pueden transformarse en maestros y enseñar a sus compañeros, ó incluso nosotros mismos podemos convertirnos en alumnos y aprender de nuestros estudiantes, tal vez no acerca de nuestra asignatura, pero acerca de otros temas (amistad, tecnología, blogs, dialectos, etc). Ante este escenario el salón de clases sufriría un pequeño cambio, ya no se limitaría a un espacio con banquillos ubicado en una escuela, los estudiantes aprenderían donde mejor se ubicaran: en su cuarto, en su casa, en un café, en una plaza. Para propiciar el aprendizaje significativo es importante un espacio adecuado y tal vez para algunos alumnos, ese espacio no es el salón de clases. Tal vez, mediante el uso de estos sitios Web podríamos tener una gran herramienta en nuestra labor educativa, tal vez Internet no significa solamente “copiar y pegar”, tal vez Internet puede llegar a representar un aprendizaje significativo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Tras realizar este análisis de mi metodología y las nuevas propuestas existentes, llego a la conclusión de que mi modo de trabajar difiere un poco con las nuevas enseñanzas, pero no es tanto mi forma de trabajo, mejor dicho, los recursos y el antecedente con el que trabajo es el problema.
Las nuevas enseñanzas se aplican a escenarios “cómodos” en los cuales el joven ya posee un base gramatical y un domino (básico) aceptable del inglés. Cosas que realmente no se aplican al contexto en el cual laboro.
Metodologías como practicar a través de películas, en las cuales encontramos situaciones totalmente cotidianas, actividades totalmente destinadas a desarrollar la habilidad de listening, o aplicar actividades dinámicas y divertidas donde (nuevamente) la principal meta es practicar, no tanto aprender.Desgraciadamente, los contenidos que se aplican en el bachillerato son los mismos que se aplican en secundaria, es decir, no hay un seguimiento entre los contenidos. Pero esto no quiere decir que el estudiante no tiene problemas con las materias, desafortunadamente los alumnos llegan al bachillerato como si nunca hubiesen tenido una sola clase de inglés en su vida (no puede generalizar, afortunadamente hay jóvenes con niveles muy altos de dominio de inglés, pero son muy pocos). Esto provoca que no sea factible aplicar nuevas metodologías que consisten principalmente en PRÁCTICAR el idioma más que aprenderlo.

martes, 10 de noviembre de 2009

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Definitivamente NO podemos medir el aprendizaje mediante unas cuantas preguntas, no lo podemos tratar de formar tan trivial.
La herramienta más común que tenemos y utilizamos para evaluar es el examen, a través de esta herramienta podemos llegar a asignar una calificación a una parte del aprendizaje, pero no podemos basarnos únicamente en él para evaluar a nuestros alumnos. Mediante elementos como los exámenes podemos evaluar los conocimientos que poseen los estudiantes de los contenidos que trabajaron durante las clases, no digo que sean obsoletos, ni que se deban dejar de utilizar, pero si analizamos las lecturas que hemos trabajado durante la especialización, entenderemos que al aprendizaje no podemos asignarle una calificación bajo un solo elemento evaluativo, recordemos que la evaluación dejó de ser cuantitativa, hace mucho tiempo que tomamos la evaluación de una forma cualitativa.
El aprendizaje es algo tan delicado que evaluarlo puede llegar a ser complicado, no solamente consiste en los conocimientos retenidos, también consiste en las actitudes, habilidades y puesta en práctica de estos conocimientos. Un joven con buena memoria no es necesariamente un joven que aprende bien ¿Cómo sabremos que ha aprendido? Cuando ponga en práctica sus conocimientos en situaciones que ameriten que desarrolle sus habilidades, en pocas palabras, cuando se muestre competente.
El concepto de “competencia” en el ámbito educativo tiene diferentes implicaciones como: conocimientos previos, actitud ante al aprendizaje, sociales, laborales, personales, etc. Ante esto podemos afirmar que el aprendizaje es un proceso en el que buscamos que sea significativo (principalmente para el estudiante), un aprendizaje significativo es una de las metas que buscamos con el enfoque basado en competencias, por lo que NO podemos calificar a nuestros alumnos mediante un patrón de preguntas y respuestas.

Concepciones de aprendizaje congruentes con el enfoque de competencias.

El enfoque educativo actual está enmarcado por las competencias, anteriormente han existido otros enfoques aplicados a la educación, algunos de ellos muy diferentes, otros no tanto. Las características resaltan a la educación por competencias también se encuentran en algunos espacios de los enfoques utilizados anteriormente.
Pere Marqués nos marca las características de varios enfoques que se han aplicado a la educación, desde mi punto de vista existen varias congruencias entre ellos y el enfoque de educación por competencias.

  • La perspectiva conductista. Los jóvenes necesitan saber que están haciendo las cosas bien, necesitan reforzamientos que les indiquen continuar con las actitudes que manejan, es decir, necesitan reforzamientos.
  • Aprendizaje por descubrimiento. Los alumnos tienen una vida fuera de la escuela y necesitan aplicar lo que aprenden a esta vida. Ellos practican con lo que aprenden, pero no solo eso, se enseñan a aprender por si mismos; durante la práctica de lo aprendido, llegan a adquirir nuevos conocimientos.
  • Aprendizaje significativo. Todo lo que aprenden está relacionado con lo que ya saben con anterioridad, pero no sólo eso, es importante para ellos entender para que les sirven los nuevos conocimientos, es decir, que encuentren un significado para aprenderlos, que entiendan para que lo pueden llegar a utilizar.
  • Socio-Constructivismo. Todo lo aprendido y puesto en práctica por los estudiantes tendrá una repercusión en la sociedad, empezando por el núcleo familiar y la comunidad donde viven.

Considero que estos enfoques son los más congruentes (en diferentes aspectos) con la educación por competencias. El resto de enfoques mencionados por Marqués, pueden llegar a tener cierta afinidad con la educación por competencias, pero considero que carecen de la principal afinidad que es dejar de ver la educación como únicamente una transmición de saberes.